07 de Abril, 2021.

En el reciente programa radial de la Procuración Penitenciaria, un integrante del taller donde se confeccionan textos escritos en el sistema cecográfico brindó detalles de la creación de piezas de lectura táctil desarrolladas para personas con discapacidad visual.

En el último programa de voces de libertad, fue entrevistado Facundo quien se encuentra detenido en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza y es miembro del taller de confección de libros en sistema Braille. Facundo contó que allí se elaboran cuentos para niños y niñas que se encuentran en el nivel primario. Entre otros clásicos mencionó Rapunzel, Blancanieves y los siete enanitos de los hermanos Grimm, y La Tortuga Gigante de Horacio Quiroga.

En la actualidad son 13 las personas que participan del proyecto durante días fijos. El taller está compuesto por redactores y dibujantes quienes mediante técnicas de relieve logran que los pequeños lectores puedan tocar los distintos dibujos. Con ahínco afirmó que se respetan los signos de puntuación y las reglas ortográficas para acompañar el proceso de educación en el que se desarrollan los niños.

Los integrantes del taller conviven en el mismo pabellón. Esta circunstancia favoreció que la producción de libros no se detuviera durante la pandemia. En lo que va del año se escribieron alrededor de 30 libros. Además de los cuentos mencionados también crearon dibujos originales con frases alusivas a la ilustración y dibujos didácticos sobre la anatomía humana como el aparato digestivo con sus distintas texturas para poder explicar cada parte del cuerpo.

Para poder llevar a cabo el proyecto el Servicio Penitenciario Federal cedió un espacio físico y cartulinas para realizar las tapas de los libros. Las herramientas de trabajo, las tablillas y las hojas de Braille fueron donados por la Procuración Penitenciaria de la Nación. Los cuentos son entregados a una institución de la ciudad de Buenos Aires a la que concurren niños y niñas con discapacidad visual.

Finalmente, Facundo resaltó la importancia del trabajo que realizan y el compromiso con el que elaboran los productos ya que son parte de la formación intelectual de las personas durante los primeros años de su educación formal. La Procuración Penitenciaria alienta este tipo de iniciativas que dan la posibilidad que personas que están detenidas adquieran nuevas capacidades productivas y herramientas laborales para desarrollarse y puedan ser utilizadas también cuando adquieran la libertad.

El equipo del Programa Marcos de Paz, espacio que dio impulso al nacimiento del taller, pudo recorrer el aula donde se realizan los trabajos, hablar con los participantes y escuchar que piensan ellos sobre esta iniciativa que llevan adelante desde hace ya casi un año:

"Una forma de expresarse y canalizar lo malo que hiciste. Es buscarle la vuelta a lo malo" Lucas

"El taller de Braille es un gran recurso, es como una lengua más" Aldo.

"Escribo mejor en Braille que común, acá aprendí a leer" Ezequiel.

"El taller ayuda, es para chicos que necesitan "Guido.

"A pesar de que estamos detenidos hacemos un bien" Alan.