Los círculos de diálogo son encuentros confidenciales, basados en la igualdad y el respeto mutuo, en los que se invita a las personas a hablar y participar con la finalidad de promover la palabra, la escucha y el encuentro. Se consideran procesos flexibles, necesarios de ser adaptados a las circunstancias y a los participantes. Estos encuentros, llevados adelante generalmente por un equipo de dos o más facilitadores del diálogo, utilizan marcos para generar espacios de confianza y seguridad para los participantes. A partir del abordaje de diversos temas estos círculos buscan crear posibilidades de libertad a través del ejercicio de la palabra, para trabajar conflictos, expresar emociones y necesidades.
Los círculos de diálogo dinámicos son una herramienta que se gestó como una alternativa disruptiva a los procesos usualmente utilizados para resolver conflictos.
Su uso promueve el diálogo, la participación y el uso de la palabra. La característica principal de estos círculos es su cualidad “dinámica” la cual permite profundizar sobre las temáticas a partir de hacer uso de diversas propuestas lúdicas y/o recreativas. Los círculos de diálogo dinámicos mantienen las características habituales de: confidencialidad, igualdad y respeto mutuo.
La puesta en marcha de esta modalidad permitió identificar en los diferentes espacios de intervención un anclado interés en temas tales como: la familia, el encierro y la convivencia, el “afuera”, así como cuestiones relativas a la educación sexual integral.